Normalmente el ser humano, o la mente humana, busca el orden. Si se encuentra con algo desordenado, primero es como un caos y después intenta imponer un orden. Como nuestra mente necesita un orden para sentirse segura, esa necesidad se aplica incluso al arte.
 
Seguro que habéis oído hablar de la "proporción áurea", "sección áurea", "divina proporción", o "número áureo". Esto lo crearon los antigüos artistas griegos, que se dieron cuenta que el ojo prefiere relaciones de tres y de tercios. Y Para establecer lo que hoy conocemos como la Regla de los tercios, empezaron a sobreponer una cuadrícula de dos líneas horizontales y dos líneas verticales, con distancias regulares entre sí, quedando nueve secciones iguales con la misma proporción. Y los puntos donde se cruzan estas líneas imaginarias se suelen llamar "puntos dulce", y ahí es donde debería (en teoría) ir nuestro motivo principal, o si es un retrato los ojos o la cara de una persona por ejemplo. Pero también sirve para establecer donde queremos que salga el horizonte en nuestra fotografía, repartir de alguna manera la escena con cierto sentido. La mayoría de cámaras llevan en la pantalla LCD esa cuadricula, normalmente hay que activarla con el botón DISP para que se vea. Otra función importante es poder evitar una foto torcida, ya que nos sirve como una regla.


Proporción Áurea:





Cuadrícula de la Regla de los tercios:





Es muy importante tener en cuenta donde vamos a situar nuestro motivo principal, o bien detectar cuando en el encuadre hay demasiados elementos.. tan importante es lo que se encuadra como lo que queda fuera.

Las reglas hay que conocerlas y aplicarlas siempre y cuando no interfieran en la creatividad e impacto de la imagen, si es necesario "romper" las reglas se rompen, ya que no siempre funcionan.